despacho estilo industrial

Diseñar una oficina de estilo industrial es un acierto seguro. No es solo que ahora mismo este tipo de decoración esté de moda, es que es bastante atemporal y permite crear espacios en los que trabajar cómodamente, ya sea en casa o fuera de ella.

Características del estilo industrial

Uso de colores sobrios

La decoración de estilo industrial apuesta generalmente por los colores sobrios y neutros como el beige, el gris, el blanco y el negro. Pero se pueden añadir pequeños toques de color a través de textiles como una alfombra en la zona del escritorio que aporte un toque de calidez al espacio.

Combinación con lo vintage

Solemos entender el estilo industrial como algo que recurre solo a elementos modernos, pero lo cierto es que no es así. Un despacho de estilo industrial puede incluir elementos vintage como muebles reciclados o un suelo de baldosas de barro.

Protagonismo de la arquitectura

Con frecuencia las tendencias decorativas implican ocultarlo prácticamente todo, incluso los aparatos de climatización, para dejar el espacio lo más despejado posible. Sin embargo, en el estilo industrial ocurre todo lo contrario.

La arquitectura tiene un gran protagonismo, aquí no se ocultan las vigas del techo, ni hay mayor interés en ocultar elementos como tuberías, vigas o columnas. De hecho, se convierte a estos en protagonistas de la decoración.

No es extraño que las paredes de estilo industrial muestren ladrillo visto o incluso azulejos clásicos de barro que dotan a la estancia de un carácter único.

Paredes estilo industrial

Qué no debe faltar en una oficina de estilo industrial

Luz natural

La luz natural es un elemento esencial en cualquier lugar de trabajo, por razones que van mucho más allá de la estética.

Lo bueno del estilo industrial en decoración es que se suelen emplear grandes ventanales que consiguen crear un buen ambiente para trabajar, a la vez que hacen que los espacios parezcan más grandes.

Pero tampoco hay que perder de vista la luz artificial. En este caso se suele complementar la luz de techo con otras lámparas de pie y de mesa, elaboradas fundamentalmente en metal para aportar ese toque industrial.

Decoración minimalista

El diseño industrial no se excede con los complementos. La oficina debe estar personalizada al gusto de su usuario, pero sin recurrir demasiado a los accesorios. Estos deben ser los mínimos e imprescindibles, porque al final lo que se busca es dar protagonismo al espacio en sí mismo.

Muebles usados

El reciclaje y lo vintage son protagonistas en esta forma de decoración. En una oficina no pueden faltar un buen escritorio y una silla, pero hay que procurar que tengan ese aspecto desgastado que tan bien encaja con el estilo industrial.

Materiales urbanos y naturales

El estilo industrial perfecto se consigue al combinar materiales urbanos como el hierro oxidado, el cemento o el aluminio con otros materiales más naturales como la madera y las baldosas o azulejos de barro cocido. Combinándolos conseguimos vestir paredes y suelos sin recurrir a ningún otro elemento.

Conseguir una oficina de estilo industrial es hoy en día muy sencillo si sabemos combinar bien los diferentes materiales y somos conscientes de que aquí el verdadero protagonista es el espacio en sí mismo y no tanto la decoración.

 

 

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